Por la Lic. Maria Gabriela Romero
En estos días en los cuales parece que vivimos en un tiempo sin tiempo, ¿quién pensaría en un Asesoramiento de Imagen para estar trabajando dentro de un Estudio, Administración u hogar? ¿Para qué?
Hoy la Asesoría de Imagen Personal y Profesional parecería ser una prioridad menor para muchas personas. Sin embargo, las situaciones de crisis y el contexto pandémico por el cual transitamos podrían verse como una oportunidad de crecimiento para dedicarnos a cuestiones para las cuales tal vez, en otro momento carecíamos de tiempo, importancia o conocimiento.
La creencia que cuidar la Imagen Personal y Profesional es algo frívolo y superficial, no puede estar más lejos de la realidad. Según expertos bastan 7 segundos para que una persona forme una primera impresión de otra. Esa primera impresión da lugar a la formación de una opinión que tendremos de una persona y esa persona de nosotros. Por lo tanto, tiene que estar en concordancia con lo que somos, con nuestra profesión, con lo que queremos transmitir a los demás, nuestra identidad. En este último sentido, conocer la identidad y los valores propios, así como el de nuestro lugar de trabajo nos ayuda a ser parte de él, trasmitiendo una imagen sólida y eficiente en consonancia Persona-Empresa.
Lo importante es trabajar la Imagen Profesional en los diferentes aspectos que la componen para lograr equilibrio y coherencia en una imagen total. Así, una apariencia impecable sin actitud ni comportamiento adecuados puede ser tan desfavorable como un talento brillante con una imagen descuidada.
Lo mismo sucede con el lenguaje.Expresarnos con propiedad, utilizar un tono de voz neutral, un discurso pausado, escuchar más de lo que hablamos, cumplir con los compromisos acordados, prestar atención al lenguaje escrito evitando mayúsculas innecesarias y errores de ortografía, por ejemplo es otra manera de construir de una buena imagen profesional.
Vestir adecuadamente, por ejemplo, es un factor que proporciona seguridad en la Imagen Personal como Profesional. En este sentido, conocer códigos de vestimenta en los espacios donde nos relacionamos es un detalle a considerar, pues para verse bien con la indumentaria laboral adecuada sólo se debe prestar atención, con la ayuda necesaria ya que podemos estar a un click de obtenerla.
En cambio, verse impecable, expresarse sin pausa, hablar sin dar paso a la palabra, no atender llamados, ni responder mails de consultas, transmiten un mensaje incoherente entre lo que se percibe y se hace.
Una persona que comunica liderazgo y seguridad logra cautivar a su equipo de trabajo y alcanzar las metas profesionales que se proponga. Buena presencia, actitud, comportamiento adecuado, comunicación efectiva, empatía, junto a habilidades técnicas, logros académicos, trayectoria laboral, entre otros aspectos, forman parte de una Imagen Profesional Integral.
Quien busque un cambio en su vida laboral, tenga reuniones, presentaciones, aspire a nuevos desafíos, tenga personal a cargo o dirija su administración y desee obtener un mejor desempeño, deberá contemplar trabajar su imagen profesional. Ya que, una imagen profesional positiva transmite liderazgo, confianza, mejora el entorno de trabajo y atrae nuevas oportunidades de negocio. Hoy más que nunca, trabajar en ella nos ayuda a alcanzar los objetivos deseados para nuestro desarrollo profesional.
Lic. Maria Gabriela Romero
Asesora de imagen Personal & Corporativa
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